¿Y CUÁNDO ENCONTRARE EL AMOR?
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—Cuando te ames.
—No. Me refiero a mi pareja ideal, la definitiva, mi llama gemela…
—Cuando te ames…
—No lo entiendo, ¿qué tiene que ver que me ame con encontrar el amor?
—Todo. Si no te amas, nadie podrá amarte realmente. Pasarás por diferentes relaciones de aprendizaje (duro aprendizaje), pero no de amor verdadero. Te haré una pregunta: ¿qué es para ti el amor?
—¿El amor? Pues creo que está muy claro: que alguien me quiera, que estén pendientes de mí, tener a alguien que me haga feliz, que ilumine mis días. Una persona que me dé lo que necesito, que me colme de atenciones, que me haga sentir como una diosa…
¿Qué otra cosa podría ser el amor? Estar con la persona que te llene y que haga de tu vida algo especial.
—Son unos deseos comprensibles… pero observa que estás poniendo toda la responsabilidad en el otro.
—Por supuesto, ¿acaso no es el otro el responsable de mi felicidad? Si estoy con él es para que me ame, para que me haga feliz…
—La felicidad auténtica no puede depender de otra persona. Es cierto que el otro puede darte y compartir contigo cosas maravillosas, pero nunca podrá hacerte «realmente» feliz.
—¿Entonces soy yo la responsable? Eso me parece absurdo. Siempre he oído y aprendido que debo buscar a alguien que me quiera y que me ame, alguien que me haga descubrir la verdadera felicidad y que esté conmigo para siempre, como en las películas.
—El otro no es más que un reflejo de ti misma y de tu estado de conciencia actual. Ten por seguro que si estás esperando a alguien que «te haga feliz», ese alguien que resuene contigo también estará esperando algo parecido de ti, ya que su vibración será similar.
Esto implica iniciar una relación en la que, más pronto que tarde, la dependencia, los apegos y la frustración serán la norma habitual. ¿Puedes decirme cómo han acabado tus relaciones anteriores?
—La verdad es que no muy bien, he tenido muchas decepciones… La suerte no me acompaña. No consigo encontrar a nadie que me llene realmente, pero no pierdo la esperanza…
—Las decepciones seguirán produciéndose mientras sigas poniendo en el otro la responsabilidad de tu felicidad. Tu dolor será cada vez más agudo, hasta que comprendas que la «solución» no está fuera de ti.
—¿Insinúas que todo depende de mí y no del otro?
—Así es. Tú eres la que debe decidir, en algún momento, valorarse, respetarse y darse el amor que espera recibir. Aunque suene duro, tu «espera» del amor no tiene sentido, y se prolongará indefinidamente mientras no mires primero hacia ti.
El amor eres tú mism@, tu esencia, tu luz, tu verdad, así como tu capacidad de perdonarte, aceptarte y reconocerte tal y como eres ahora.
Que el otro te perdone, te acepte y te reconozca puede aliviarte temporalmente, pero no te servirá de nada mientras sigas obsesionado en que ese otro asuma una responsabilidad que únicamente te corresponde a ti. Esa será la clave de tu crecimiento y de tu madurez espiritual.
***
La ignorancia se cura leyendo.
La violencia se termina abrazando.
La carencia se corta sembrando.
La ambición se esfuma compartiendo.
La soledad desaparece mirando el cielo.
La tristeza se cura bailando.
La ceguera se cura mirando.
La crítica se cura creando.
Las fronteras se curan viajando.
La confianza se obtiene confiando.
La esperanza se conquista esperando.
La certeza se logra actuando.
La abundancia llega agradeciendo.
La creatividad emerge al conectarse.
La felicidad te sorprende amando.
El más beneficiado es el que más ama, no el amado.
El que más tiene es el que más da.
El que más cosecha es el que más siembra.
La sabiduría aparece viviendo.
La belleza emerge con el arte.
La juventud surge al envejecer.
El entusiasmo se potencia meditando.
La victoria se logra caminando.
Y el milagro aparece soñando. – Feliz y bendecido día alma bonita. Abrazos de luz.
APRENDIENDO
Que el sol nos enseñe a comenzar cada día..
Que la luna nos enseñe la paciencia de esperar el amanecer..
Que las estrellas nos enseñen a iluminar nuestras largas noches..
Que el viento nos enseñe a soltar..abrir las manos y dejar volar lo que ya no ha de estar..
Que el mar nos enseñe de inmensidad e infinito.. al que pertenecemos..
Que el árbol nos enseñe de echar raíces saludables para tocar las nubes..
Que la flor nos enseñe a mostrar nuestra belleza única despreocupadamente en el gran jardín del mundo.
Que el animal fiel amigo nos enseñe el valor de la lealtad.
Si miramos más allá de los ojos..
La enseñanza de todo lo que nos rodea es puro amor.
“…Que no pierda las ganas de aprender las enseñanzas simples de la vida…
TODO ES TRANSITORIO
El desapego no implica que no podamos disfrutar de las cosas buenas que el mundo nos ofrece. En realidad nos ayuda a disfrutarlas todavía más.
Una vez que reconocemos y aceptamos que todas las cosas son transitorias y que el cambio es inexorable, podemos disfrutar los placeres del mundo sin temor a la pérdida y sin angustia frente al futuro. Cuando nos desapegamos, podemos ver las cosas desde un punto de vista más elevado en lugar de quedar atrapados por los acontecimientos de la vida. Somos como el astronauta que ve el planeta Tierra rodeado por el espacio infinito y reconoce una verdad paradójica: que la Tierra es preciosa pero insignificante al mismo tiempo.
El hecho de reconocer que «esto también pasará» trae consigo el desapego y éste, a su vez, nos abre una nueva dimensión en la vida:
el espacio interior.
(Tomado de la Red)